María José Torres
Mientras nuestro país atravesaba una
profunda crisis política, social y económica en 1930, Icaza y Palacio,
evolucionaban notablemente en el género literario.
Jorge Icaza (Quito, 1906 – Quito 1978),
uno de los escritores ecuatorianos más leídos en el mundo. Al crear sus obras
se sumerge por completo en una realidad que él conoce perfectamente, pues la
vivió a temprana edad, aunque quizá vale decir que lo hizo desde el papel de
sobrino del latifundista, con ello no se pretende insinuar que no haya conocido
completamente la dura realidad de los huasipungueros, sino simplemente que la
vivió desde otra perspectiva.
Icaza expresa ideas que se
incorporaron sin mayor problema a la
realidad de nuestro país; sus novelas principalmente, antes que sus obras
dramáticas, aparecen en el momento justo instaurándose para siempre en nuestra
literatura como referentes de la realidad de ese momento. Es importante aclarar
que Icaza no está ubicado en el costumbrismo, el cual solo plasma una escena
cotidiana tal cual es y no busca un trasfondo realista, sino que está situado
en el realismo, pues su obra es de carácter crítico, reflexivo, propositivo y
de denuncia social.
Todos estos aspectos confluyen en el
principal tema de su producción, la amarga realidad del indio ecuatoriano, en
dicho contexto construye un universo literario que se compone de tres aspectos:
la comunidad libre, los huasipungueros y la casa de hacienda, estos componentes
tienen su razón de ser, más allá de la denuncia social evidente, pretende hacer
conocer su intención de manejar una heterogeneidad
a lo largo de su creación literaria, donde se inserten, quizá de manera
conflictiva, dos o más universos socioculturales; cosa que logra realizar de
manera magistral, no solo en sus obras netamente indigenistas, como Huasipungo, En las calles o Huairapamushcas;
sino también en su segunda etapa cuando inexplicablemente cambia el indigenismo
por el mestizaje, en obras como Cholos
o El Chulla Romero y Flores, en
cambio, se evidencian dos puntos divergentes: el rechazo a sí mismo por estar
en un punto medio: no ser blanco ni indio, y el hecho de tratar de pertenecer a
la aristocracia, cosa que consecuentemente no se logra, pues Icaza, como buen
estudioso de teatro y por ende conocer un poco del aspecto psicológico de los
individuos, plantea una situación bastante común en su obra, los olores, según
dice el olor de indio y mestizo está
enraizado en la piel, no puede desprenderse de algo que es propio de su
identidad, de ahí que en sus novelas predomine la situación del cholo,
individuo que no acepta su condición de
indio, quien se somete a diversas peripecias con el fin de alcanzar su ideal:
el blanqueamiento, esto para generar
la aceptación de la aristocracia y para lo cual adopta sus costumbres por muy
diferentes y desequilibradas que le parezcan.
En el lado contrario tenemos a Pablo
Palacio (Loja, 1906 – Guayaquil, 1947), instaurador de la vanguardia en
Ecuador. Muy adelantado con respecto a la narrativa, temática y estructura de
sus obras; por ello comúnmente fue tratado como un excéntrico e incomprensible
escritor sin razón de ser, generalmente trató, no de oponerse absoluta y
directamente al realismo de escritores de la generación del 30, sino de poner
en crisis sus creaciones por medio de su innovadora pero enredada narrativa que
fracciona la continuidad y trata de instaurar un nuevo movimiento que rompa con
todos los esquemas dispuestos en el canon y que innove lo catalogado como buena literatura. Sin embargo, tal como
sucede en muchos aspectos cotidianos cuando se
intenta una revolución, no se logró,
y por el contrario, su obra pasó inadvertida para muchos, inentendible
para otros y duramente criticada por la mayoría, hasta entrados los años
sesenta, cuando su producción se empezó a estudiar a profundidad se concluyó
que proclamaba la lucha contra las tradiciones y el rompimiento de esquemas
predispuestos, es decir, el nacimiento de la vanguardia en Ecuador.
Palacio aborda de manera espléndida el
aspecto psicológico de sus personajes, generalmente su obra cuenta con pocos
actores, precisamente con el fin de estudiar a mayores rasgos cada uno de
ellos, por lo cual también es común que en su discurso sea más complejo el tema
de realidad-ficción, continuamente habla del dolor y la violencia que prolifera
en situaciones aparentemente normales en la vida cotidiana, pero que son
grandes luchas internas con el ser mismo y con la sociedad como tal, de ahí que
el Lic. Ernesto Flores manifieste que Palacio aborda el realismo con guantes quirúrgicos, y sí, efectivamente lo
hace así, pues trata el realismo principalmente con el fin de contextualizar
diversos aspectos de sus tan comunes narraciones subjetivas y conflictivas, de
una manera tan magistral como pocos lo hacen.
Al respecto de los dos autores, el
doctor en letras modernas, Mauricio Ostria González manifiesta que:
Icaza
y Palacio representan dos direcciones opuestas y hasta contradictorias en el
marco de la narrativa ecuatoriana y latinoamericana. Relacionarlos implica
enfatizar la heterogeneidad de un proceso cultural complejo, poner el acento en
formas de leer el mundo que en virtud de su diferencia llegan a construir
sentidos divergentes y antagónicos, que posiblemente ayuden a entender las
contradicciones en las que se debaten los procesos identitarios de nuestras
naciones. (Ostria, 2010, p. 164).
Los dos escritores de la misma
generación, a pesar de sus diferencias en la concepción novelística, convergen
en un punto clave: la denuncia a la sociedad de una nación repleta de abusos e
injusticias a los inferiores; y la
clama por crear un cambio positivo, innovador y reformador en la formación
interna del ser para posteriormente plasmarlo en una sociedad justa y
equitativa, dicha clama se realiza por medio de fines fatalistas como
antelación a lo que podría suceder de continuar en una sociedad pavorosa en
todas sus formas internas y externas.
Estos dos autores son escenciales en la vida de la república ya que hacen cada uno y de distintas formas una denuncia hácia la sociedad que los envuelve, pertenecen a una generación de gran revolución literaria en el Ecuador en donde cada uno de ellos tienen diferentes formas literarias. Palacio e Icaza ayudan por medio de su literatura a conocer como es la sociedad por medio de su literatura y eso es lo que la compañera da a conocer.
ResponderEliminarSe aborda de manera clara el pensamiento de dos autores muy importantes para nuestra época, por un lado Jorge Icaza, que aborda el indigenismo denunciando todos los males sociales acaecidos en el sector rural, y por otro lado Pablo Palacio, quien instaura una narrativa vanguardista que deja de lado el indigenismo para centrarse en lo urbano abordando constantemente aspectos psicológicoS.
ResponderEliminarLa presente entrada me parece muy buena porque nos da una perspectiva muy amplia de las diferencias que plantea Jorge Icaza y Pablo Palacio es su narrativa, ya que se conoce que a pesar de ser escritores de la misma época poseen distintos planteamientos al momento de redactar sus obras.
ResponderEliminarMe parece muy importante esta entrada, ya que en ella se evidencia de una manera sumamente clara una de las características muy importantes del la literatura ecuatoriana de la generación de los 30, como es la injusta exlavitud del indio, el cholo, el montubio y del obrero; tal es el caso de Icaza quien a trvés de su obra siempre busca la igualdad, la identidad y la dignidad de estos personajes, que al igual que todos tenían y tienen los mismos derechos de los demás. Tanbién en esta misma entrada aparece el pensamiento de Palacio, un integrante más de la generación de los 30, quien se inclina más por el vanguardismo dandole mayor realce al aspecto urbano.
ResponderEliminarSin duda estos dos autores son figuras ecuatorianas excepcionales los mismo s que abordan el indigenismo así como también el vanguardismo los mismos que tienes distintos criterios en la redaccion de sus escritos
ResponderEliminarUn excelente aporte dentro de la literatura es el de Icaza y Palacios los mismos que gracias a sus diferentes obras y creaciones nos han dejado un legado importante dentro de la literatura..
ResponderEliminarma parece uno de los autores y escritores mas importantes del ecuador sobre todo con su gran obra huasipungo que logro remiover muchas de las tenciones y fuerzas sociales.
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