IDIOMA
Jorge Icaza es el más
típico representante de la literatura indigenista ecuatoriana y uno de los más
importantes de toda América. La mayoría de los críticos coinciden en afirmar
que Huasipungo es la obra que marca la transición de la
literatura indianista romántica a la literatura indigenista realista. Es
original, por tanto, ya en la valentía de iniciar una novelística que es nueva.
Pero mediando en la opinión de los analistas, los decididos y los indecisos en
uno y otro sentido, cabe decir que sea Fernando Chaves (con su novela del 27,
Plata y bronce) el precursor de esta narrativa indigenista que después se
afirma y perfecciona con nuestro autor.
Icaza es original, por
otra parte, en incorporar a la literatura no sólo un léxico popular sino un
lenguaje popular en su conjunto, con su morfología y su sintaxis; no sólo es
hacer un acopio de palabras que usa el pueblo de la sierra. Es más. Es toda la
lengua mestiza de los indígenas lo que Icaza sabe comprender tan cabalmente que
la utiliza como es utilizada en la comunicación de los indios entre sí y de
ellos con los demás. Debiera hacerse un mayor hincapié de este fenómeno, pues
se habla de mestizaje en un sentido único del español hacia lo americano,
excluyente del otro, que es tan real y tan cierto, del americano hacia lo
español.
La obra de Icaza tiene
tantas peculiaridades que resulta imposible negar en él un estilo propio. Fundó
el uso del quichua y el castellano en un «sensu» narrativo común -más que
híbrido- y a las dos fuentes lingüísticas las somete al mismo tratamiento
estético y constituyen en él un sólo instrumento narrativo.
El afán que Icaza tiene
por la descripción ambiental no es reducible al simple exotismo tropical. Esa
descripción abundante y continua está en la obra porque el autor lo necesita.
Icaza denuncia la miseria y la injusticia del indio en un entorno que también
es injusto y miserable. Huasipungo no sería nada si estuviera
el indio solo, si le quitáramos la casa o la tierra, «el amo, su mercé, patrón
grande», el teniente político, los mayorales o el acial, el látigo, con las mil
formas de látigo que hay en los relatos de Icaza.
ESTILO
En cuanto al estilo, Icaza tiene predilección por
ciertos recursos muy notables en sus diversas obras, por ejemplo:
El paréntesis
Es un recurso utilizado por Icaza de forma
abrumadora. En Huasipungo pueden
contarse más de seiscientas las veces que el autor sitúa entre guiones partes
de la narración. Demasiadas como para pensar que sea dejadez, descuido o
comodidad.
A través de estos
paréntesis el autor describe el paisaje, la casa, los rasgos circunstanciales
de la naturaleza o de los personajes e introduce explicaciones, juicios sobre
sus caracteres, comportamiento, apreciaciones, etc. Añade en ellos una serie de
aclaraciones, de forma paralela a la narración principal, que, siendo tan
reiterativo su uso, podrían distorsionar la lectura de la obra. Pero es que
Icaza, ya se ha dicho en este breve apunte biográfico, comenzó a escribir en el
teatro; alguno de sus cuentos, especialmente los de la colección Barro de la
sierra, están muy próximos en el tiempo a aquella su etapa inicial; y algo
tienen, o mucho, de técnica narrativa de guión teatral o cinematográfico.
El monólogo
Esta es otra herramienta
literaria usual en la obra que deba ser puesta en escena para ser representada;
más aún si se trata de una tragedia. Su utilización es menos automática que los
paréntesis y tiene una finalidad más compleja que la pura descripción de un
objeto literario; exige un mayor cuidado y mejor dominio. A través del monólogo
el autor nos ofrece procesos de interiorización en los personajes sumamente
interesantes y sugestivos; no se conforma con hablar en tercera persona y de
lleno pasa a la introspección de los protagonistas, a la revelación de su
intimidad aun de forma brutal, absolutamente sincera.
El diálogo
También
herramienta de la dramaturgia; pero, al mismo tiempo, es demostración de la
originalidad de Icaza en el uso del idioma. «Observemos con atención los textos
de los diálogos, paradigma importante del habla de los distintos estratos
socio-raciales de la sierra ecuatoriana y de las relaciones de dependencia que
se establecen entre ellos: el indio, el chagra, el cholo, el teniente político,
el policía, el mayordomo y «el amo, su mercé, patrón grande». El modo de hablar
de los personajes refleja a propósito la relación entre ellos, el tono del
discurso y la filosofía de la obra».
Muy buena información acerca del estilo de este autor en el se observa que utiliza diversos recursos para escribir, los mismos que le permiten que Huasipungo sea una obra de indios con su lenguaje cotidiano pero que es leído por todas las clases sociales debido a que es tan realista.
ResponderEliminarExcelente información
ResponderEliminarMuy buena información.
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