lunes, 23 de junio de 2014

LAS ESTÉTICAS DE JORGE ICAZA Y PABLO PALACIO BAJO EL SIGNO DE LO BARROCO Y LO CINEMATOGRÁFICO

Las narrativas de Jorge Icaza y Pablo Palacio han sido abordadas tradicionalmente por la crítica como propuestas estéticas contrarias. No se han tomado en cuenta las significativas coincidencias de sus literaturas en relación con la representación artística de la realidad. Tanto la narrativa icaciana como la palaciana coinciden en la recreación del tiempo y el espacio modernos, y, sobre todo, en la incorporación en sus textos de otros lenguajes.
Icaza se apoya en el lenguaje teatral en distintos niveles. La utilización de herramientas del discurso dramático, la concepción de la realidad como una gran farsa social y la representación del mundo a partir de ciertos elementos de una estética barroca, son características fundamentales que revelan una trayectoria particularmente intensa de la obra del escritor quiteño.
Palacio construye, a su vez, su narrativa a partir de la incorporación irónica de los lenguajes filosófico, científico, periodístico, político, cinematográfico y literario, con el objetivo de revelar los mecanismos de la construcción discursiva de la literatura y la realidad. La literatura palaciana se descubre, por lo demás, marcada, como gran parte del arte moderno, por el lenguaje cinematográfico, el cual presenta muchas posibilidades para la recreación artística de un momento histórico complejo y un espacio social en acelerada reconfiguración.
La modernidad ecuatoriana se caracteriza, en gran medida, por la convivencia de varias representaciones del mundo que pugnan por imponerse. Las literaturas de Jorge Icaza y
Pablo Palacio buscan dar cuenta de esa realidad, y, en ese sentido, ellas constituyen una entrada privilegiada de lectura de la tensión existente entre esos varios discursos.
Las narrativas de ambos autores incorporan a sus propuestas literarias, lenguajes provenientes de otros ámbitos de la vida social. Sus propuestas se enriquecen con estas influencias y ellas entregan, además, una mirada crítica de la incidencia de diferentes sistemas de representación en la vida social.
Debido a la lucha que existió entre varias corrientes del denominado realismo literario —social, socialista, abierto― en el Ecuador de las décadas del 20 y 30, casi no se han estudiado los estrechos vínculos que existen entre los autores de esa época.
Las narrativas de Icaza y Palacio han sido abordadas tradicionalmente por l crítica como propuestas y estéticas literarias opuestas. No se ha considerado que ambas literaturas incorporan otros lenguajes como forma de inscribirse en la modernidad, criticarla y desmontar la realidad de dominio que esta acentúa. Ante un discurso literario tradicional, sentido por los dos escritores como insuficiente para dar cuenta de la compleja realidad en que viven, ellos exploran otras formas expresivas que no se limitan a las del lenguaje coloquial o regional. Una de las características fundamentales de las literaturas de las primeras décadas del siglo anterior, es, entonces, la incorporación de distintos lenguajes en la obra, tradicionalmente exiliados por el statu quo estético.
En este sentido, el estudio de esos otros lenguajes que cobran gran fuerza en la modernidad y que son constitutivos de las narrativas de Palacio e Icaza, representa una entrada muy poco transitada, que abre, además, muchas posibilidades de cara a una valoración crítica que no desconozca las inquietudes de dos escritores marcados por su medio y tiempo, y en cuyas propuestas estéticas se descubren muchas coincidencias a nivel de la concepción artística de representación del mundo.
La entrada en la narrativa palaciana a partir de los lenguajes filosófico, científico, periodístico y cinematográfico, y a la de Icaza a partir del teatral, cobra, por lo tanto, gran importancia en la medida en que revela una característica en común de dos escritores marcados intensamente por la modernidad.
En aquella época se desarrollan unas literaturas que pretenden ser revolucionarias, que buscan cuestionar la exclusión política y estética. Muchas de las propuestas de los escritores de este periodo, entre las que se destacan las de Icaza y Palacio, se encaminan hacia la explicación de los contenidos culturales de la nación dominada.
Se puede leer el artículo completo en el siguiente enlace: 

1 comentario:

  1. Esta entrada ha sido muy productiva para mí puesto que me permitió conocer las diferencias o el estilos de estos grandes escritores ecuatorianos que son totalmente opuestos que en sí constituyen verdaderos pilares de la literatura ecuatoriana.

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